Punto de Encuentro

viernes, 12 de julio de 2013

Tipos de Activos y Pasivos en una empresa

Tipos de

Activos y Pasivos en una empresa
Cualquier empresa, está formada por una serie de elementos como puede ser la maquinaría, el dinero en efectivo, el coche de la empresa, deudas, etc. Todos los elementos, contablemente, se dividen en tres grandes grupos que son el activo, el pasivo y el patrimonio neto.
LOS ACTIVOS:
Los activos de las empresas son todos aquellos bienes y derechos de propiedad de la empresa o controlados por ésta con el que la empresa puede realizar su actividad.
Para que un elemento pueda considerarse activo, según las normas internacionales de contabilidad, ha de cumplir una serie de requisitos que son:
  • Ser un recurso controlado por la empresa: Es decir, basta con que la empresa tenga el control. Por tanto, la propiedad no es necesaria para considerar un elemento como activo. Una empresa que construya una autopista para el Estado, no es propietaria de la misma, pero sí que puede ser propietaria de la explotación de ella, y considerar dicha explotación como activo.
  • Debe de producir beneficios futuros. Ya que la finalidad de adquirir un activo es que, con la propia actividad de la empresa, se consigan beneficios.
  • Estar valorados con fiabilidad. Si no se cumple este punto, no podríamos contabilizar correctamente el valor de la empresa.
Son activos por ejemplo, el solar o terreno de la empresa, las máquinas, las inversiones, las mercaderías, las patentes o títulos, etc.


El activo de una empresa su clasificación es importante para medir la liquidez de la empresa, su capacidad de cubrir pagos de corto plazo. De allí que el capital de trabajo esté fundamentado en el activo corriente. También estos se dividen en dos grupos, el activo corriente y el activo no corriente:
  • Activo corriente(o activo circulante): Comprende aquellos activos que la empresa espera vender o utilizar en un plazo inferior a 1 año o simplemente es todo aquel activo que se puede vender en un tiempo corto.
Por ejemplo, las tortas en una panadería.
  • Activo no corriente(o activo no circulante): Comprende aquellos activos que para poderlos convertir en efectivo, se requiere de un plazo mayor a un año.
Por ejemplo, el terreno donde está alojada la panadería
Una empresa donde la gran mayoría de sus activos sean convertibles en dinero, en plazos mayores a un año, es una empresa que tendrá dificultades para cumplir con sus obligaciones.
Recuerda un activo puede recibir diferentes nombres, como capital económico, capital según empleo, estructura económica, capital según funcionamiento o actividad, etc, pero en todos los casos, tanto los requisitos como su clasificación es la misma.
También  los activos se dividen en disponible, inversiones, cuentas por cobrar, inventarios, activos fijos, intangibles, diferidos, otros activos y valorizaciones.
Los disponibles son; los activos corrientes puestos que ya son efectivo. Las inversiones, según su objetivo o plazo, pueden ser activos corrientes o no corrientes. Por costumbre, se suelen calificar las inversiones como activo corriente, pero esto no sierre es así, puesto que aquellas inversiones permanentes, son indiscutiblemente no corrientes.
Las cuentas por cobrar por lo general son activos corrientes. Muy pocas empresas, por ejemplo dan créditos superiores a un año. Aunque pueden existir algunas cuentas por cobrar a más de un año, las cuentas por cobrar son básicamente activos corrientes.
Los inventarios son activos corrientes puesto que su objetivo es precisamente ser enajenados dentro del giro ordinario de la empresa.
Los activos fijos o lo que conocemos también como propiedad, planta y equipo, son siempre activos no corrientes, puesto que están destinados para ser utilizados por la empresa y no para ser vendidos.
Los
activos intangibles, son generalmente no corrientes, puesto que por su naturaleza no están destinados para la venta.
Los activos diferidos, que son gastos pagados por anticipado y cargos diferidos, por ser un gasto o una erogación ya ocurrida, no se puede esperar obtener efectivo de ellos en ningún tiempo, por lo que no se podrían clasificar como activo corriente, aún en los casos en que se trate de activos amortizables en un corto tiempo.
Los “otros activos” son activos no corrientes, puesto que corresponde activos que no forman parte o no tienen relación alguna con el objeto de la empresa, por tanto se deben clasificar como no corrientes.
Las valorizaciones corresponden al mayor valor comercial de los activos fijos e inversiones, por tanto, las valorizaciones correspondientes a los activos fijos son activos no corrientes, y las valorizaciones de las inversiones permanentes serán también activos no corrientes.
En el caso de las valorizaciones de las inversiones temporales, se podrían clasificar como corrientes, aunque sería poco usual.


LOS PASIVOS:
El pasivo de una empresa incluye todas las deudas que tenga la misma. Los pasivos son tan importantes como los activos, puesto que tienen un gran efecto en la realidad financiera de la empresa, tanto que puede llegar a comprometer la operatividad de la misma.
La clasificación más común y simplista del pasivo, lo divide en pasivos corrientes o a corto plazo, y los pasivos no corrientes o a largo plazo. Es importante que la empresa tenga muy presente el pasivo a corto plazo, el que tiene que pagar con inmediatez, puesto que deberá garantizar los recursos para cubrirlos llegado el momento.
Tipos de pasivos:
El pasivo está agrupado según su exigibilidad, es decir, a su mayor y menor urgencia. Así, existen pasivos a corto plazo y pasivos a largo plazo. Los pasivos cuyo pago es más urgente producen más tensión sobre el efectivo, por lo que las empresas suelen hacer una lista de sus pasivos en el orden en que se vence la fecha de pago. El poder saber qué cantidad de los pasivos de la empresa son a corto plazo y que cantidad son a largo plazo, permite a los acreedores evaluar la factibilidad de su empresa de obtener efectivo.
Pasivo exigible y pasivo no exigible
  • Pasivo exigible: Es un término en desuso que representa el total de las deudas, documentadas o no, que la empresa tiene con terceros. Suponen financiación ajena. La financiación puede suponer obligaciones con acreedores, bancos u obligacionistas, por ejemplo.
    • A largo plazo: son obligaciones cuyo vencimiento es de más de un año de la fecha del balance general, tales como créditos hipotecarios.
    • A corto plazo: Son las deudas que se deben pagar casi de manera inmediata. Incluyen proveedores, impuestos, acreedores, etc.Por lo general su vencimiento es de menos de un año.
  • Algunos autores hablan de Pasivo no exigible o fondos propios, que estaría formado por "el Capital social y las reservas". Y sostienen (sin fundamentos fuertes) que "son pasivo, porque pertenecen a los accionistas, pero no es exigible a la empresa su devolución". En realidad, para que un pasivo cumpla la condición de tal, debe presentar algunas características que el "capital propio" no cumple (por mencionar una: que constituya un sacrificio de recursos no controlable por el ente), como por ejemplo, lo sostiene la normativa contable en la Argentina (Resolución Técnica 16 de la Federación Argentina de Profesionales en Ciencias Económicas). La inclusión de "fondos propios" dentro del pasivo, no tiene fundamento económico y tal vez sea un resabio legalista. Ver "pasivo" en contabilidad
  • Pasivo contingente: obligación posible surgida a raíz de sucesos pasados, cuya existencia dependa de un suceso futuro o que no está recogida en los libros por no obligar a la empresa a desprenderse de recursos en el presente o no ser susceptible de cuantificación en el presente. En caso de cumplirse las circunstancias, se genera la obligación a terceros. Un ejemplo muy común son los litigios judiciales, con la consecuente obligación en el caso de una sentencia en contra. Es decir, es un pasivo probable o eventual pero no definitivo.
Otra clasificación que es importante realizar, es la que tiene que ver con el tipo o naturaleza del pasivo, clasificación que ya no depende del plazo para pagarlo, sino de su origen y naturaleza.
Entre estos pasivos podemos identificar por ejemplo las obligaciones financieras, los pasivos laborales  y los  fiscales.
Quizás los pasivos laborales y fiscales son los más importantes, puesto que estos pasivos gozan de especial protección por parte de la ley.
Bien sabemos que la ley protege de forma especial los derechos del trabajador, por lo que la empresa deberá garantizar el pago de los pasivos laborales, inclusive cuando la empresa se encuentre en proceso de reestructuración o liquidación, máxime si se afecta el mínimo vital de algún trabajador.
En cuanto al pasivo fiscal, el estado nunca pierde, y la empresa deberá pagarle los impuestos, puesto que el no pago, puede tener implicaciones penales.
No siempre la clasificación se debe hacer en función del tiempo que se tiene para pagar, sino en el nivel de exigibilidad de los pasivos y de las consecuencias de su no pago oportuno.